Cuando uno emigra no todo es miel sobre hojuelas, aún en un caso como el nuestro donde tuvimos la suerte de llegar con trabajo y otras ventajas. Mi primera frustración real fue el examen de conducir, hasta ese momento mis idiomas me habían permitido andar por la vida sin ningún problema pero al llegar a un examen donde muchas palabras son tan técnicas no me quedaron claras algunas preguntas y algunas respuestas y como resultado reprobé la última parte del examen teórico.
No es un gran problema si se le ve como una cuestión práctica, puesto que uno puede repetir el examen hasta tres veces y sólo vuelve a realizar la parte en la que falló (claro hay que volver a pagar $10.10), pero mi ego salió fuertemente herido. Para repetir el examen me dieron una cita para un mes después y lo aproveché para estudiar un poco más en línea y darle una leída al libro. En la página oficial de “La Société
de l’assurance automobile du Québec” (
http://www.saaq.gouv.qc.ca/index.php) escogiendo “citoyens“ en “Services en ligne” se pueden seleccionar el “test” y el “quiz” para practicar pero NO son todas las preguntas que hacen en el examen real y desde mi punto de vista en línea están un poco más sencillas. Lo importante es que ya lo pasé y en octubre tendré el examen práctico, ya veremos cómo me va en ese porque muchos dicen que es mucho más difícil, pero yo digo: Si alguien lo pudo pasar… ¡yo puedo!
En este tiempo no he escrito mucho, eso se debe a que ya comencé con “La Francisación” es un programa de gobierno donde a los inmigrantes nos dan clases de francés, yo la estoy tomando a tiempo completo lo que significa que voy de lunes a viernes de 9:00 a 4:00 a estudiar. En sólo una semana y media he mejorado muchísimo mi capacidad de entender el francés oral y me he soltado a hablar con mayor fluidez, porque la realidad es que hasta antes de las clases había practicado más el inglés porque en la zona en la que estamos viviendo y en la guardería es el primer idioma que usan. Por cierto eso ha sido muy difícil para mí, tener que cambiar todo el día entre dos idiomas que no dominas da como resultado: dolor de cabeza y que termines hablando una mezcla entre los dos lo que hace que nadie te entienda. Pero aquí es lo que hace todo el mundo, casi todos son completamente bilingües así que supongo que con la práctica lograré estar como ellos, como dice el dicho: “Al país donde fueres, has lo que vieres”
Asistir a la Francisación me ha permitido conocer mucha gente, tengo compañeros de Colombia, Ecuador, México, Bangladesh, Moldavia, Israel, Marruecos, China… me gusta conocer gente de todo el mundo. Montreal, es realmente una ciudad multicultural, cuando uno viaja en el metro en un solo vagón se ven personas de todos los colores, olores, tamaños, se escuchan idiomas distintos y se ven diferentes actitudes, vivir aquí te da la posibilidad de abrirte a nuevas formas de vida o por el contrario cerrarte a ellas. Digo esto porque aquí en Canadá existe lo que llaman “Acomodamientos razonables”
es decir que los canadienses les permiten a los inmigrantes traer sus costumbres y seguir practicándolas mientras todos seamos respetuosos de las costumbres de los demás y no afectemos a nadie con ellas. Hay culturas o religiones que no son tan abiertas a este tipo de pensamiento y en realidad pareciera que se cambian de un país físicamente pero todas sus acciones y formas de vida siguen siendo como si vivieran en sus países de origen. No todos somos tan abiertos a lo nuevo, a lo desconocido, a lo distinto. A mí me gusta conocer acerca de las diferencias, con algunas no estoy de acuerdo, pero muchas veces conocer sobre ellas me hace comprenderlas y respetarlas aunque no las adopte en mi vida. Para mí es muy enriquecedor poder convivir con otras culturas porque me permiten ver el mundo como jamás se me había ocurrido verlo, me hacen crecer como persona y reafirmar quién soy.