Definitivamente la comida es algo que nos diferencia entre culturas. En el tiempo de la francisación pude probar comida de todas partes del mundo gracias a mis compañeros. Y creo que todos los inmigrantes intentamos de alguna forma seguir comiendo lo que comíamos en nuestros países. Todos nos sentíamos muy orgullosos de poder compartir con los demás algo particular de nuestra tierra.
Parece que también es muy importante para nosotros que nuestros hijos conozcan la comida del lugar donde provenimos. Supongo que es cierto que la comida nos da IDENTIDAD.
Cuando hablaba de venirme a vivir a Canadá mucha gente me decía que iba a extrañar la comida, que aquí no iba a encontrar esos sabores que tanto me gustan. Es cierto que algunas cosas no existen por aquí, pero gracias a la globalización es fácil comprar materia prima con qué hacer esas comidas tú mismo. A mi marido y a mí nos encanta la cocina, pero jamás habíamos hecho tantas cosas de comida mexicana como ahora. Hay cosas que jamás hubiera hecho en México, como "Pan de Muerto" pero si no lo hacemos nosotros eso sí sería imposible de comer por estos rumbos.Lo cierto es que no podemos preparar comida mexicana TODOS los días, saldría algo caro e impráctico. Hay que saber adaptarse y estar abierto a la comida del lugar a donde se llega, que también tiene sus encantos y empieza a ganarse un lugarcito en mi paladar y mi corazón.


No hay comentarios:
Publicar un comentario